Nunca fuiste la primera, nunca la más guapa, ni la más lista, ni la más buscada. Nunca fuiste el rayo de sol radiante, ni el reflejo deslumbrante de la noche, más bien una tibia primavera, un rincón entre luces y sombras, un secreto íntimo a medio camino de un lugar ignoto.
Nunca fuiste heroína, famosa ni protagonista, esa fue tu suerte. Porque así te fuiste dejando vivir, con íntimos juegos de infancia, con gente como tú, con vidas anónimas y un puñado de sueños.
Supiste de los besos claros como lunas, de labios rojos como flores rotas, de orgasmos reales y fingidos, tan auténticos, de senos y de mástiles. Supiste del alcohol y la pasión, de la tristeza y lo que duele, de una angustia a veces, tan real como la vida. Supiste que aquí no se regala nada, y que tampoco todo es justo como dicen, supiste caer y levantarte, niña y mujer en una sola.
No puedo adivinar si tu vida fue de puta o abogada, si volverías atrás por un instante o para siempre. Sólo sé que nunca fuiste la primera, que no hubieras podido serlo, que te tengo enfrente de mis ojos, porque la vida a veces nos convoca en los mismos vagones, y el trabajo aún queda lejos, y por este viaje he decidido quererte.
Somos fruto del azar, obviamente. No hay razones.
ResponderEliminarEs hermoso no ser protagonista y aún así poder elegir, aunque sea elegir la casualidad-
ResponderEliminarSaludos
Yo creo en la voluntad de querer, en la coincidencia de la voluntad de querer, más que en el amor con grandes letras.
ResponderEliminar(siempre te leo conteniendo la respiración y siempre con gran placer)
Definitivamente la suerte no es lanzar una moneda al aire y decidir un ganador.
ResponderEliminarQué bueno es que tus poesías son gratis.
Volveré a sentarme en la mesa.
PostScriptum
Gracias por tu visita
preciosa entrada.
ResponderEliminarllena de poesía, enhorabuena.
un saludo
Una verdad desgarradora, la tuya.
ResponderEliminarHe decidido quererte, sin saber quien eres, sin retornos, he decidido ser exclava de tu maravillosa lectura
ResponderEliminarBesos
Luna Azul