martes, 13 de septiembre de 2011

Mariposas que arden

  El tiempo vuela, es más, los días y sus horas arden como mariposas alrededor de una eterna rueda de fuego. El pasado es ceniza, aromas que asaltan como fantasmas o tigres agazapados en un lugar cotidiano o anónimo, un reguero de fotos, recuerdos apenas que se dispersan en el aire y brillan por última vez a la luz del equívoco sol del presente, camino del olvido.
  Hoy en día el tiempo es una suerte de remolino oscuro, como esa pequeña corriente de agua que se perdía frente a tus ojos en el lavabo, por el desagüe de la infancia.
  El mundo está loco, podríamos decir. Pero hay locos mucho más cuerdos que el mundo.
  La incertidumbre está ya en el sabor del pan y la zozobra de los sueños.
  El miedo ya no es tan viejo como los cuentos.
  Quién sabe qué habrá de ser de nosotros, de todo lo bueno que nos hace y no se puede comprar ni pagar con dinero.
  Todo cambia, tan rápido, los días son mariposas que arden.
  Y tú me preguntas: qué hay de la poesía? Y yo me meto la mano en el corazón, y sólo puedo mostrarte esto.

lunes, 11 de julio de 2011

Yuxtaposición

  Asumo de nuevo mi coartada, osease mi vida, mi silencio, mi tarde, mi tristeza. Regreso de la vida, aturdido aún por una lucha interminable, y feliz sin embargo enseño mi colmillo.
  Regreso a reinventarme, regreso a esos ojos invisibles que me escuchan, que me leen con la muda comisura de los labios, regreso al corazón que late adentro de tu pecho y a mí me da la vida, y un rostro, y una historia más real incluso que estos dedos que te narran, que me narran, que proyectan mi futuro en tu cabeza, que me hacen por un instante casi ubicuo e infinito, y sólo tuyo. Y así, sutilmente, ya no soy yo el dueño de estas letras, de este susurro batiente de palabras, ya no escribo yo, ya eres tú la que me vives, ya eres tú la que proyectas en mí tu propio sueño, ya soy todo yo tu pensamiento, tu deseo, tu silencio, tu tarde, tu esperanza y tu tristeza. Ya eres tú la dueña, la diosa inmortal, la ubicua, la infinita.
  Pero he de volver, una vez más a la coartada y a la tarde, y seré yo entonces quien te libere de tanta eternidad, y volverás a ser mortal, y yo tan sólo estas palabras.

sábado, 21 de mayo de 2011

Nocturnidades (I)

  Esta noche el cielo desmonta un sinfín de latitudes


                                     y el viento se cuela


                                                                      por entre las rendijas del horizonte...

jueves, 19 de mayo de 2011

Declaración de intenciones

Desde aquí, desde este lugar de la noche, desde este rincón digital del mundo, desde este sentir oculto y protegido por las propias sombras

escribo para ti

                                                                    y para ti


y para ti

                                                                                                          clandestinos

también de la vida



suicidas en potencia


                                                           del propio corazón.

viernes, 8 de abril de 2011

Palabras

  Tus palabras aquel día eran hermosas y redondas, dulces y tímidas, temerosas como duraznos recién amanecidos. La luz a través de las cortinas de seda blanca penetraba la estancia y adoraba tu cuerpo desde el balcón de mis ojos. Yo te adoraba, desde el silencio te amaba mientras iba recogiendo como un niño tus palabras al igual que mágicos y extravagantes mecanismos, tus palabras recién caídas de tu boca, recién paridas por tu sexo, tus palabras que hablaban de futuro, de la esperanza y el amor anidados en tu vientre, tus palabras sin más nuestro futuro. Esa fue la mañana de mi vida, y de la tuya. Luego vino el resto del mundo inesperado, la aventura de vivir sin condiciones, el inexorable riesgo del latido. Luego vino el coche, la velocidad y el instante, el accidente y todas las palabras desparramadas de tu boca, ensangrentadas. Ese fue el trágico final de tu futuro, de mi futuro, de tus palabras que ahora asumo mientras los duraznos se pudren en la eternidad de ese instante y de la noche.

lunes, 21 de marzo de 2011

Miedo a la oscuridad (ó El Coco)

  Tras la última sesión del día, el pequeño monstruo azul se quitó la máscara, suspiró, arropó a la niña ya dormida y cerró con sigilo la puerta.
  La noche era oscura y fría, miró hacia ambos lados de la calle pero no vio a nadie. Encendió un cigarrillo y empezó a caminar de espaldas a la luna, que ya comenzaba a nacer entre las altas y lejanas chimeneas de las fábricas. Fue justo entonces cuando pensó, no sin cierto asombro, que nunca se hubiera imaginado que podría ganarse la vida asustando a niños.

sábado, 19 de marzo de 2011

Más allá

  Más allá de las bombas los obuses
los brazos y las piernas en el aire
más allá de la sangre roja iluminada
la ceguera
los gritos y los llantos.
Más allá de la locura
del fin de la esperanza.

Más allá levanta el ánimo
levanta la mirada más allá
del humo y del incendio.
En los arrabales del tiempo venidero,
en su silencio preñado y primigenio,
un niño inocente juega entre ruinas
y otros tantos
buscan entre escombros su futuro.

Ese mismo
que ahora explota en mil pedazos.

jueves, 17 de marzo de 2011

Nada(-dores)

  Sentados sobre el césped se miraban a los ojos.
Sus labios temblaron al decir te quiero,
y un repentino golpe de aire agitó las ramas de los árboles como preludio de una ola.
Por un instante ella tuvo miedo,
pero la ciudad siguió impertérrita y ajena, como sumida en un sueño.
Luego todo se rompió, el suelo se abrió y ella cayó antes de que pudiera decir nada. 
Sus ojos siguieron mirándose y agrandándose en el pavor del vacío. 
Al borde del precipicio él gritó. 
Luego se descalzó y decidió saltar.
El agua llegaría minutos después para llenarlo todo.
Yo también te quiero.

*En recuerdo de todos los damnificados de Japón

sábado, 5 de marzo de 2011

A medio camino

  Sentado ante la mesa negra el niño escribe y escribe sin mancharse las manos, dibuja con los labios mudos las palabras que van coloreando sus ojos, el niño escribe y escribe, inventa y sueña, el niño sobre la mesa negra, con viejas fotos en las paredes que la mañana ilumina más allá del cristal que las protege. Sus dedos a tientas no temen, conocen bien el camino, sin miedo se abalanzan sobre el paisaje, y suenan las teclas negras, sobre la mañana y el mundo lejos, suenan y suenan las manos del niño que ya no se mancha las manos, manos que aún recuerdan el tacto de los lápices, de las ceras y la tierra, manos viejas de un niño que se mesa la barba, y por un momento se siente perdido, a medio camino de su infancia y un poema.

sábado, 26 de febrero de 2011

(Meta)poesia

El silencio contenido, a punto de explotar, afina la pluma, carga la tinta y dispara la primera palabra en mayúsculas: POESÍA.
El silencio ha quedado petrificado, ha implosionado, y de la pluma semilevantada caen, sin que nadie se percate, brillantes signos de exclamación.

martes, 18 de enero de 2011

Presente, pasado, presente.

  Hoy la tarde ha dado un giro inesperado. De repente, al dar las seis en una esquina me he encontrado contigo, o mejor dicho con tu espalda. Y te he seguido, sigiloso y a distancia, me he dejado llevar por tus deseos, por tus calles y rincones, como un espía o un voyeur, y la ciudad ha sido otra, poco a poco, ha ido cambiando de reloj y de horizonte, de sonrisa y de mirada, de paisaje; y su luz se ha vuelto oblicua, y se ha inclinado interrogante, algo más real, con más arrugas e imperfecciones en mi rostro, para luego acariciarme, y entonces los aromas, los colores, el lugar de una infancia extraña y recuerdos que he dudado míos; y he vuelto a descubrir la vida desde abajo, a poco más de un metro del suelo las tardes son más largas, y el horizonte cuando arde es una fábrica de sueños; y así, en mi persecución absorto y perdido te has dado la vuelta, y me has mirado en silencio, y me has preguntado quién soy, y no he sabido contestarte.

domingo, 16 de enero de 2011

Repetición

  Es este el mismo día de ayer,
el mismo día de antesdeayer,
el mismo día de mañana.