martes, 18 de enero de 2011

Presente, pasado, presente.

  Hoy la tarde ha dado un giro inesperado. De repente, al dar las seis en una esquina me he encontrado contigo, o mejor dicho con tu espalda. Y te he seguido, sigiloso y a distancia, me he dejado llevar por tus deseos, por tus calles y rincones, como un espía o un voyeur, y la ciudad ha sido otra, poco a poco, ha ido cambiando de reloj y de horizonte, de sonrisa y de mirada, de paisaje; y su luz se ha vuelto oblicua, y se ha inclinado interrogante, algo más real, con más arrugas e imperfecciones en mi rostro, para luego acariciarme, y entonces los aromas, los colores, el lugar de una infancia extraña y recuerdos que he dudado míos; y he vuelto a descubrir la vida desde abajo, a poco más de un metro del suelo las tardes son más largas, y el horizonte cuando arde es una fábrica de sueños; y así, en mi persecución absorto y perdido te has dado la vuelta, y me has mirado en silencio, y me has preguntado quién soy, y no he sabido contestarte.

5 comentarios:

  1. Es más fácil siempre decir quién no somos... Y aún así.

    ResponderEliminar
  2. Un bucle. El ayer nos provoca bucles.

    ResponderEliminar
  3. Moreiriña,me alegró la respuesta. fué una sorpresa.
    Presente,pasado,presente. Genial!!!. Tu progreso y coherencia en aumento notable, ya me entiendes no???... me has recautivado, creo que no te vuelvo a perder. Bikos.

    ResponderEliminar