domingo, 26 de diciembre de 2010

Otra vida

  Asustado y repentino desperté, encendí la luz, miré a mi alrededor, observé toda la habitación, escudriñé cada rincón en busca de algo que me fuera extrañamente familiar. Estaba solo. Me levanté, aún tembloroso, me dirigí a la ventana y descorrí la cortina, frente a mí la noche aún avanzaba sin prisas, y toda la ciudad y su emjambre de titilantes luces se desparramaba fantasmagórica y onírica hasta perderse en el horizonte y la absoluta oscuridad. El corazón me latía deprisa, mientras yo intentaba entender aquel lugar, aquel instante, aquella fotografía. Finalmente, me armé de valor y aún confuso, acepté el desafío. Sigilosamente me vestí, me enfundé una vieja cazadora, y llené una pequeña mochila con las pocas cosas que encontré y supe mías. Salí de puntillas de aquel piso, cerrando la puerta lentamente tras de mí, para no despertar a nadie. Me había equivocado de vida.


Felices fiestas a todos, y GRACIAS, siempre, por estar ahí ;)

4 comentarios:

  1. Felices fiestas y buena suerte en tu búsqueda de la vida nueva :)

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  2. Un limitado poema en prosa de ilimitado contenido. Preciso, muy, muy bello.

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  3. Da gusto recibir tantas palabras buenas dichas sobre una. Muchas gracias por tu comentario y por pensarme así, me ha hecho sentir muy bien.

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  4. Me encanta cómo escribes.
    "Me había equivocado de vida"... (suspiro)

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