sábado, 6 de marzo de 2010

Incluso la fiebre

La fiebre atenúa la luz, brinda oscuridad a los ojos, como un tenue velo de lluvia o niebla, como la borrosa imagen de una lágrima. La tarde alarga su sombra, que se abate sobre los tejados y las cabezas, las luces comienzan a brillar, y brota el neón equívoco de los sueños. En el interior de las casas los ecos crecen, y el silencio se condensa en las estancias, mientras por los pasillos cruzan fugaces y solitarios los murmullos de islas ausentes, señales de vida en duda, urgencias que laten. El tiempo es cuestión de los relojes, de las muñecas y las agujas, de los ojos, de los labios a punto de romperse, de las miradas a la deriva de la luz, de las manos entrelazadas y sin anillos, de las venas trémulas y enviudadas, de los goces y los aullidos, de los perros también, de la voz callada, de la lengua y su carne húmeda, del sexo y la tristeza, de la risa loca, del sentir sentir sentir, de lo invisible, de lo que no se toca, del cielo ausente, de sus frágiles e impotentes dioses, y de los muertos incluso: el tiempo, el tiempo y la tarde, y la fiebre y la lágrima, de los muertos incluso.

5 comentarios:

  1. El ritmo y la cadencia propia de un poema en una prosa envolvente y sumamente seductora. En mi opinión, es un texto para rezarlo. No ya para ganar el paraíso, sino por el puro placer de rezar.

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  2. Me ha resultado muy curioso leer este texto hoy, precisamente porque un frío atroz me ha invitado a quedarme recluida en casa. El cielo gris y borroso evoca todo lo que has descrito, una melancolía que llega hasta el hueso y duele.
    Es cierto que el tiempo puede medirse en función de infinitas variables, seguramente la pasión o su antítesis el desencanto son las mejores cadencias para reflejar las cicatrices de los relojes en todas las circunstancias que mencionas, tanto ahoga la una como el otro..
    Suscribo lo anterior, el ritmo y la prosa envolvente en este texto provocan vértigo -pero del agradable- :-)
    (y gracias por tus cálidas palabras siempre)

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  3. Tienes tanta razón. La fiebre tiene algo placentero, le da otro sentido al tiempo. Se parece a tus textos, la fiebre.

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  4. EL SENTIR, EL TIEMPO, LAS LAGRIMAS, LOS MUERTO, LOS SUEÑOS,Y LOS GOZES DE LOS AULLIDOS, ES ALGO QUE EN ESTE TEXTO TUYO.. AMI ME RECUERDA PASAJES DE MI VIDA, Y SEGURO QUE DE MUCHAS MÁS, ENTIENDO QUE CÓMO EN TODOS TUS RELATOS TE SUMERGES EN LA PURA REALIDAD.. IGNORO SI VIVIDA O INVENTADA, QUE MÁS DA! EL FINAL SIEMPRE ES EL MISMO.. ME ENCANTAS NO NOS ABANDONES NUNCA!

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  5. Gracias por estar, realmente a veces no es necesario decir nada, a mí me basta con sentirme acompañada y siento tu compañía y tu aliento cálido.
    :)

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