domingo, 18 de octubre de 2009

Cotidianidades

Hacer la cama es como ordenar el mundo, cada mañana, con la nueva luz y la presión de la sangre estrellándose contra las paredes del corazón, descubrir el lecho de los sueños y limpiarlo de pelos y señales, rastros de realidad desprendidos por lo vivo antes de cruzar los portales de lo eterno, es ordenar la vida, preparar el cielo y las pupilas, estirar las sábanas en un gesto de supervivencia, alisar la colcha sugiere algo así como el amor, o la ternura de esponjar las almohadas hundidas por el peso de los sueños, restaurar el mundo, rehacerlo al capricho de nuestras manos, hacer la cama es casi un ritual, casi un exorcismo para la piel que anuncia su regreso si el crepúsculo la salva una vez más, y sin embargo, las sábanas deshechas, la colcha arropando el suelo, los rastros descubiertos por la luz, naturaleza muerta que conmemora lo ya pasado aún humeante entre las brumas y los fantasmas en disolución de la mañana, desordenar el mundo es también un acto humano, orden y desorden de la razón, porque el mundo nada, el mundo discurriendo, el mundo ajeno a lógicas, filosofías, psicoanálisis y morales, el mundo y su secreto matemático, y la vida y el olvido medidos en años-luz y en cómo brillan las estrellas. Y Dios, un sarcasmo de lo absurdo, recogiendo miedo como peces con sus redes de silencio -quien calla otorga- y los hombres que gritan, hechos y deshechos, y la vida sigue, hipertérrita, y atrás quedan, tras puertas y llaves, las realidades más anónimas, más íntimas, más secretas: los lechos de la vida, los mapas de la historia que cuenta, como piezas de un puzzle, todas las historias.

5 comentarios:

  1. Y a mi que no me gusta nada hacer la cama....¿que querrá decir eso de mi?. (sonrío)

    Un placer leerte como siempre

    ResponderEliminar
  2. ¿Cómo será la voz de las sábanas? y ...¿qué cosas contarán ¿Les gustará estar libres o con los secretos tapados bajo la colcha?
    Duermo a veces con el camisón de mi bisabuela y pienso en estas cosas...sobre secretos, alegrías, penas y tristezas que se quedan en los tejidos, sobre todo en los que rozan la noche, el lecho, los placeres y los sueños...

    ResponderEliminar
  3. ¿Entonces no hacer la cama que será?
    yo ordeno mi mundo paseando sola.
    que buen texto, un saludo

    ResponderEliminar
  4. me impreciona como el metro aligera segun voy leyendo sus palabras: mimiquiando como aligera el dia . . .

    muy bien hecho,
    graciads,

    :-)

    ..
    .ero

    ResponderEliminar
  5. me gusta este texto tuyo de largo aliento entrecortado

    esta poesía no se vende

    ResponderEliminar