Sigo detrás del ocaso, como quien sigue a una lagartija entre hojas secas malherida, o mira a un gato tuerto cruzar por los tejados, con la misma ausencia del que dice adiós sin esperanza.
Sigo detrás del incendiado horizonte hasta su muerte, con sus pájaros caídos en silencio, con sus árboles quietos y sin aire, con su instantánea en blanco y negro para el olvido.
Luego me doy la vuelta y canto, adentrándome en la noche, porque sé que tras su abismo vuelve el mundo, y sigo vivo.
de nuevo!?!
ResponderEliminarhay que escribirlo mientras esta caliente, ?no?
aparentemente, entrais en una epoca calientisima. pa'lante! :-)
..
.ero
Qué bien expresaste esa sensación entre decadente y vivificante del día que se escapa para dar paso a la noche. Gusta, gusta.
ResponderEliminarJeje, gracias .ero, ayer dejé un comment en tu espacio pero no sé si se grabó bien. Me gusta tu blog lleno de vida. See you soon;)
ResponderEliminarBárbara muchas gracias por tu comentario, me alegra saber que disfrutas, con esa sonrisa tuya que hipnotiza. Saludos muchos