La tarde viene preñada de lluvia
y tu sonrisa se dibuja en el cielo brillante
húmeda y oscura
porque todos los años se agolpan de golpe y caen
como gotas o lágrimas en cuya superficie
de meridianos días y noches cóncavas
yo me busco/yo te busco
deforme y feliz en su imperfecta esfera
de espejos y recuerdos a punto de romperse
hasta reencontrar
el labio último de tu sonrisa y ese diente
blanco que me muerde
el crudo deseo de vivir.
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