jueves, 28 de enero de 2010

Algo así

Era enero, un cielo gris y húmedo, algunos kilómetros más cerca de la infancia, la lejanía del horizonte cuando se incendia, una metáfora, las calles y olores de una ciudad secreta, sus luces, su silencio, sus voces repetidas por cientos de bocas y lenguas y dientes.
Era tu rostro, algo así como el recuerdo de unos ojos confiados y escondidos tras una taza de café, el aire fresco de cualquier mañana blanca, la respiración ausente de tu cuerpo desnudo y también ausente al otro lado de la cama.
Era el momento en el que escribo con la cabeza en otra parte, en otro tiempo futuro, en un salto al vacío con red de pasado. Es este cigarrillo ardiéndome en los labios, este presente que consumen mis latidos, este saberte cerca al otro lado del teléfono.
Es esta cena de ensalada, esta digestión frugal, esta felicidad en vilo cuando felicidad es algo más que una palabra y es algo así como un misterio, como un enero tan distinto, y un contingente proyecto de futuro.

miércoles, 20 de enero de 2010

Tú misma

Amabas las calles y los nombres, los rostros y las palabras caídas como lágrimas, los labios y esa forma de saludar con un imperceptible movimiento de vértebras y cráneo. Las sonrisas, un sinfín de ábacos y colores para ordenar el mundo, el viento y las semillas y una luz atravesando el espacio hacia tus ojos.
Duermes con la desnudez que da la infancia, y puedo ver aún tus párpados azules como pozos callados donde crecen los sueños, enredaderas y pájaros, multitud de secretos entre aceras y parques, cientos de palabras que brillan como gotas de lluvia o piedras preciosas. Afiladas pestañas te defienden, y eres la metáfora o el símbolo de una nostalgia que florece, susurro del mar que llevas dentro, caracola blanca que perdura eterna en la memoria.
Ahora eres algo más que esa plenitud sonora que atesora el silencio, algo más que el tiempo interminable más allá del olvido y la ceniza, algo más que yo y que tú en este instante, algo mucho más que todo esto, algo que no alcanzo y que reside en el último confín de la esperanza.